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La seguridad y la vulnerabilidad desde una perspectiva espiritual

Foto del escritor: Catalina Diaz - AngeleserCatalina Diaz - Angeleser

Actualizado: 27 feb


Nada real puede ser amenazado,

nada irreal existe.

En eso radica la Paz de Dios

UCDM





Hoy quiero compartir contigo una reflexión profunda sobre la seguridad, la inseguridad y la sensación de vulnerabilidad que a menudo experimentamos en este mundo. Desde la perspectiva espiritual, estos sentimientos están directamente relacionados con el miedo y la desconexión de nuestra verdadera esencia. Comprender esto es clave para transformar nuestras experiencias y caminar con mayor confianza en la vida.

Vivimos en un mundo donde la seguridad se ha convertido en una industria multimillonaria. Las empresas aseguradoras prosperan porque hemos normalizado el temor a la pérdida, el daño y la incertidumbre. Tanto es así, que algunos seguros son obligatorios porque asumimos que el peligro es inevitable. Pero, ¿alguna vez nos hemos detenido a cuestionar desde dónde surge este miedo? ¿Es realmente la realidad o es una percepción alimentada por creencias y experiencias del pasado?


La dualidad del amor y el miedo

Desde una perspectiva espiritual, solo existen dos emociones primarias: el amor y el miedo. El amor es nuestra esencia, la energía con la que fuimos creados y en la que realmente existimos. El miedo, por otro lado, es una ilusión que surge al creer que nos hemos separado de nuestra fuente, de Dios, del universo o de la luz divina.

Cuando nos sentimos inseguros o vulnerables, no es la realidad la que nos está amenazando, sino nuestra percepción de estar solos, desprotegidos y expuestos a un mundo incierto. Este sentimiento no es nuevo; ha sido heredado a nivel personal, ancestral y colectivo. Muchas veces, la inseguridad se enraíza en experiencias pasadas de dolor o en la incertidumbre del futuro, lo que nos aleja del único momento en el que realmente tenemos poder: el presente.


La clave está en el presente

El camino espiritual nos enseña que la verdadera seguridad se encuentra en el momento presente. Es aquí donde podemos observar nuestras emociones, reconocer nuestras creencias y recibir la guía necesaria para trascender el miedo. Cuando nos conectamos con nuestro interior y con los seres de luz que nos acompañan, entendemos que no hay nada que temer, sino mucho que aprender.

Cada experiencia que vivimos nos invita a recordar nuestra esencia y a soltar las historias de miedo que hemos cargado. Si en lugar de resistirnos a nuestras circunstancias, nos abrimos a verlas con amor y comprensión, descubriremos que incluso los desafíos más grandes pueden ser oportunidades de crecimiento y sanación.




El apoyo del mundo espiritual y la terapia

Cuando trabajamos estas emociones en terapia, especialmente en enfoques de sanación espiritual, reconocemos que el miedo y la inseguridad no son más que capas de creencias que podemos transformar. La terapia nos ayuda a identificar estos patrones, entender su origen y liberar el peso que ya no necesitamos cargar.

Los seres de luz constantemente nos recuerdan que estamos acompañados, guiados y protegidos. No estamos solos en este camino. Si permitimos que su energía nos envuelva, podremos sentir la paz y la fortaleza que provienen de saber que somos hijos de la luz y que nuestro destino es la plenitud, no el sufrimiento.


Un ejercicio con el Arcángel Miguel

En momentos de inseguridad o ansiedad, podemos pedir la guía del Arcángel Miguel, quien nos ayuda a recordar el poder de Dios en nosotros. Un ejercicio simple pero poderoso es tomar un momento para respirar profundamente, cerrar los ojos y repetir:

“Arcángel Miguel, tomo tu mano para que me muestres la luz y el poder de Dios que habita en mí.”

Al hacerlo, permitimos que su energía nos envuelva y despeje cualquier temor o incertidumbre. La paz no viene de eliminar los desafíos externos, sino de recordar que dentro de nosotros ya existe la fortaleza para enfrentarlos con confianza.


La verdadera seguridad está en la confianza

Más allá de los seguros, las protecciones externas y las garantías materiales, la verdadera seguridad se construye desde adentro. Es el resultado de confiar en la vida, en la sabiduría del universo y en nuestra propia capacidad de navegar cualquier situación con amor y conciencia.

Si te encuentras en un momento de inseguridad, recuerda que no estás solo. A través del camino espiritual y la terapia, podemos sanar las raíces de nuestros miedos y despertar a una vida más libre y confiada. Permítete recibir la guía, abrazar la luz y recordar que, en Dios, en el universo y en ti mismo, siempre estás a salvo.


Un abrazo de luz y amor infinito.



Catalina Diaz

Coach Espiritual

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