“De ti procede una visión que se extiende hasta todos ellos, y los envuelve con dulzura y luz. Y en este creciente mundo de luz las tinieblas que ellos pensaban que estaban ahí se desplazan hasta convertirse en sombras lejanas y distantes, que no se recordarán por mucho tiempo una vez que el sol las haya desvanecido”. UCDM
Hoy te quiero hablar de esos momentos de obscuridad que vivimos en los que nos podemos quedar absorbidos si no hacemos un alto en el camino para elegir vivir esas experiencias desde el amor.
En este mundo en el que el caos y el miedo reinan, no sabemos en que momento surge una situación inesperada de la que automáticamente nos sentimos víctimas y creemos que está fuera de nuestro alcance o manejo.
Cuando no nos reconocemos como los responsables y co-creadores de nuestra realidad tendemos a proyectar culpas y miedos afuera que no nos dan margen de acción y hacen que sea más evidente el sentimiento de desvalorización y separación cumpliendo así el objetivo del ego que nos quiere envolver en esas situaciones para no reconocer que la luz habita en nosotros y es lo único real y que al ser extensión del amor de Dios lo puede todo y lo disuelve todo.
Por esto es que si bien escribimos el guión de nuestra vida, para vivir situaciones que nos podían reforzar nuestra idea de victimismo, miedo o separación, siempre tenemos nuestra esencia de luz que nos lleva a ver más allá de la forma de la situación de las creencias y juicios que tenemos de la misma, que es lo que el ego quiere que hagamos para quedarnos ahí, y mirar que el amor siempre esta presente y mora en todos y todo.
En mi experiencia cuando vivo experiencias aparentemente dolorosas, recuerdo a Dios y mi verdadera esencia y pido guía para que se me muestre el propósito de luz y amor para vivir la situación amorosamente, y es como si prendiera los subtítulos que me interpretan la situación desde el amor. Es tal como en la película La Vida Es Bella, que aunque estaban en una situación difícil en el campo de concentración, el papá del niño se ofreció de traductor para explicarle una versión amorosa y divertida de lo que estaba pasando a su hijo y así que no tuviera miedo de lo que estaba viviendo. No dejaron de hacer su parte ni cambió externamente lo que estaban viviendo, solo vivieron esa experiencia de otra manera.
Esto es lo que hace el amor en estos casos cuando nos aferramos a la luz, pedimos guía del amor liberando miedos juicios y creencias de la forma de lo que estemos viviendo y así se nos explica la situación de tal forma que la percibamos con propósito de luz y sea todo un juego en el que el objetivo es recordar quien somos. Puede que no dejemos de vivir las situaciones, pero las entendemos de una manera diferente cuando reconocemos que esos momentos de obscuridad nos están ayudando a reconocer nuevas formas de brillar. Un aspecto más de la luz de Dios que debemos integrar en nosotros para elevar nuestro nivel de consciencia
Por esto, la invitación en cualquier momento de obscuridad recordemos que no estamos solos, contamos con toda una legión de seres de luz que nos muestran que la luz ya brilla en nosotros y es una con el amor de Dios. Va más allá del tiempo y el espacio y te dará claridad del propósito de lo que estés viviendo y así trasciendas cada experiencia haciendo los aprendizajes correspondientes para que recordemos que la vida en Dios y en amor ¡ES BELLA!.
Te extiendo un abrazo de luz y amor infinito.
Catalina Diaz
Coach Espiritual.
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