"Deja, por lo tanto, lo que a ti te parece imposible en manos de Aquel que sabe que sí es posible, toda vez que ésa es la Voluntad de Dios. Y permite que Aquel Cuyas enseñanzas son sólo en favor de Dios te enseñe el único significado de las relaciones. Pues Dios creó la única relación que tiene significado, y esa relación es la relación que Él tiene contigo."
Un Curso de Milagros
Nuestra experiencia de vida está determinada por las relaciones que tenemos y esas las construimos de acuerdo con las creencias que tenemos. Y cuando hablamos de relaciones, podríamos limitarnos a las relaciones interpersonales, bien sea a nivel laboral, personal, familiar etc. Pero realmente tenemos relaciones con todo lo que nos rodea: Personas, objetos, situaciones y conceptos que hacen parte de nuestra vida.
De acuerdo a Un Curso de Milagros, las relaciones especiales son reflejo de la creencia en la separación y la proyección de las ideas de culpa y miedo que hay en nuestro inconsciente, lo que da lugar a todo nuestro mundo perceptual que se rige por las creencias en la pérdida, separación, escasez y muerte, lo que hace que las relaciones que establezcamos estén basadas en estos conceptos. Y para saber las creencias que tenemos respecto a la abundancia, al amor, a la salud, etc., debemos ver que tipo de relación tenemos con todos los símbolos relacionados a estos conceptos.
Hablando de nuestra relación con la abundancia, podríamos hablar directamente de los conceptos de dinero, merecimiento y gratitud. Si evaluamos nuestras creencias respecto al dinero, podríamos primero ver que tan a gusto nos sentimos cuando recibimos o damos dinero, si nos genera inseguridad pensando en situaciones en que hay gente que ha sido atacada por tener dinero, si pensamos que nunca tenemos suficiente o que siempre queremos tener más. Si vamos al merecimiento, podemos identificar las creencias que debe ser difícil y con sacrificio para que realmente merezcamos tener algo, o que definitivamente hay cosas que no nos corresponden y ni pensamos en ellas. Y mirando la gratitud, UCDM nos dice que agradecer es aceptar; ¿qué tanto estamos aceptando TODO lo que tenemos en este momento? ¿Aceptamos cuando se nos hace un cumplido, cuando nos dan un regalo, reconocemos con gratitud el techo, la comida y todo lo que hay en nuestro campo de conciencia o nos enfocamos en lo que nos falta?
Si hablamos de nuestra relación con el amor, miremos nuestras relaciones interpersonales, si estamos en pareja, ¿estamos en paz o estamos alerta a una traición?, ¿Queremos controlar al otro?, ¿esperamos que el otro me de mi lugar, me respete y me ame como yo no lo he hecho conmigo? Con nuestra familia, ¿estamos en constante resentimiento por situaciones del pasado?, ¿son relaciones basadas en el deber ser que aprendimos social o culturalmente? Y la relación mas importante, con nosotros mismos, revisemos ese dialogo interno cuando nos miramos al espejo, cuando cometemos un error, cuando las cosas no salen como esperábamos. ¿Nos definimos y creamos un autoconcepto basado en situaciones externas?
Y respecto a la salud, podríamos evaluar cómo nos relacionamos con nuestro cuerpo. Para esto podemos primero que todo, mirar los juicios que tenemos respecto a nuestro físico, si rechazamos alguna parte del cuerpo o si siempre estamos comparándonos haciéndonos una idea respecto a cómo deberíamos lucir. También es bastante útil mirar que síntomas físicos se manifiestan comúnmente, o si estamos constantemente en situación de alerta haciéndonos chequeos "por si acaso" pero desde el miedo al dolor, al sufrimiento o al la muerte. ¿Escuchamos y atendemos los mensajes del cuerpo con estos síntomas? o simplemente tratamos los síntomas y no la causa emocional de ellos.
La buena noticia es que, a través de la sanación de estas creencias en nuestra mente y el restablecimiento de nuestra verdad, entregando nuestras relaciones a un propósito superior y divino liberamos todos los conceptos sociales y culturales y esas relaciones serán testigo y testimonio del amor que somos.
Si en este repaso por nuestras creencias respecto a la abundancia, la salud y el amor, nos damos cuenta que hay situaciones en las que no estamos en paz en alguno de estos aspectos, bien porque consciente o inconscientemente las evitamos o nos resignamos a vivir en una experiencia de carencia, o a un síntoma físico etc. por un autoconcepto de no merecimiento y hasta masoquismo, podemos parar acallar la mente y de todo corazón recordar que podemos usar esas experiencias, situaciones y relaciones para conocer esas creencias equivocadas que tenemos respecto al mundo, a nosotros mismos y a Dios, no solo por lo que vivimos sino por cómo lo vivimos, y siempre podemos elegir sanar esas creencias para sea cual sea la situación vivirla en Paz.
Lo primero para sanar y trascender esas creencias es la Aceptación, y para esto debemos situarnos en el presente y ver realmente la situación, la persona o e objeto realmente como es ahora mismo. Acá nos damos cuenta que traemos un exceso de pasado en nuestra mente que estamos proyectando en esa situación o a esa persona. Dejemos ir el pasado y reconozcamos el presente tal como es para así aceptar toda esa situación como parte del plan de nuestra alma. También es indispensable recordar y aceptar que tanto tu como todas las personas involucradas en esa situación son almas puras y perfectas en proceso de reconocimiento del Ser real, asi nos dejamos de enganchar con los personajes víctimas y victimarios y nos reconocemos como aprendices.
Una vez aceptamos toda situación y persona como parte de el plan de nuestra alma, acudamos al perdón como medio de sanación de nuestra mente. Invitemos a esa consciencia divina, que es la Verdad, y entreguémosle simbólicamente a través de un escrito, o en meditación visualizando un altar en el que podemos poner toda situación o persona que creamos nos quita la paz y dejemos que el amor haga lo suyo. A nosotros solo nos corresponde elegir la paz, y la consciencia de amor y luz llenará todos los espacios de mi mente. Puede que en este proceso nos lleguen recuerdos de otras situaciones o personas con las que nos damos cuenta de los patrones que se repiten, y permítete vivir esa experiencia de amor y sanación solo descansa en paz.
Y, por último, y no menos importante, es que una vez tu mente ha elegido su sanación, vuelve a mirar la situación, y pídele a esa consciencia divina que te guie para hacer lo que se requiera de ti. Si es necesario tener una conversación con la persona o personas involucradas que sea de corazón a corazón para sanar y asi encontrar soluciones y no para buscar culpables, o si depronto es momento de dejar ir a esa persona en total amor y gratitud. Lo cierto y te garantizo es que se te guiará para que pase lo que pase sea en bienestar de todos los involucrados.
Espero te sea práctica y útil esta información.
Como siempre a tu disposición y servicio,
Catalina Diaz,
Psicoterapeuta angelical.
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