El mundo desolado e insignificante se desvanecerá en la nada, y tu corazón estará tan rebosante de alegría que de un salto se elevará hasta el Cielo, ante la Presencia de Dios. No puedo describirte cómo será esto, pues tu corazón no está todavía listo. Puedo decirte, no obstante, y recordártelo a menudo, que lo que Dios dispone para Sí Mismo lo dispone para ti y lo que Él dispone para ti es tuyo.
UCDM
Seguramente si has estado relacionado con el mundo espiritual has oído hablar de que, como decía Nikola Tesla, “si quieres entender los secretos del universo, piensa en energia, frecuencia y vibración.” Y esto es cierto ya que la energía (Amor) es una, es lo que nos une, y más que unirnos, nos hace uno con todo, ya que todos somos extensión de esta misma energía pero en una frecuencia (consciencia) distinta, y según nuestra vibración (intensión).
Dicho esto, se podría decir que la experiencia que tenemos, responde a una frecuencia o consciencia que has elegido desde tu vibración o intensión para reconocer la energía como amorosa o no. Esto, influye directamente en nosotros a nivel consciente o inconsciente, ya que por toda la información que hay en la mente, nos lleva a identificarnos con una información pasada que hace que nuestra intensión y consciencia y experiencia sean de carencia, separación, pérdida y muerte; en pocas palabras de miedo.
Si fuéramos conscientes que esa experiencia de miedo es una decisión que tomamos a cada instante al seguir identificarnos con el niño herido, o quien fue traicionado, o quien sufrió una pérdida o necesidad. Es cierto que la decisión usualmente es a nivel inconsciente, ya que para nosotros conscientemente es un hecho que somos ese personaje y al ser un hecho nos resignamos a ese ser. Pero, ¿si te dijeran que no eres quién crees que eres, y que puedes sanar ese falso concepto que tienes de ti para reconocer la plenitud de tu ser?.
Esta es la invitación que nos hacen los ángeles, seres de luz y maestros ascendidos. Ellos saben quién somos realmente, saben que tomamos decisiones basadas en miedo a cada instante que elegimos juzgar al otro, enfocarnos en lo que creemos necesitar y no en lo que tenemos y somos, en creer que la plenitud de nuestro ser la vamos a experimentar cuando algo externo pase. Y también saben que nos pueden guiar, cuando así nosotros lo decidamos para que vivamos el camino que elegimos desde el alma con plena consciencia de nuestra verdadera esencia.
Para esto es necesario comenzar a dudar de quien eres, y te comparto un ejercicio que aprendí en mi proceso de crecimiento que se llama, El Circulo de la Duda. Antes de explicarte de que se trata, es necesario reconocer que esas creencias de separación, perdida, carencia y muerte, en las que has creído son las que bajan tu energía y te llevan a experimentar algo diferente al Amor.
El ejercicio es el siguiente: Piensa en quién crees ser, y mira todas las etiquetas que te haz puesto, soy alto, bajo, gordo, flaco, carente, rico, pobre, mejor que, peor que, etc; y mira todas las asociaciones que tienes al respecto. Haciendo este listado, mira si siempre te has identificado con la misma creencia, puedes literalmente pintar un circulo en el piso y pararte en el centro, o en una hoja pintas el circulo. Paso a seguir, todo lo que pienses digas o escuches lo vas a someter a la duda cuestionándolo 3 veces.
Ejemplo: Tengo necesidades económicas, te vas a preguntar, ¿SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, he tenido necesidades económicas? Y dejas que llegue a ti la respuesta. Y asi sucesivamente con ideas que tengas sobre ti o situaciones que estes viviendo.
Este ejercicio, nos ayuda a trabajar la identificación que tenemos con los aspectos materiales y físicos, reconociendo que son creencias, no hechos, que debemos trabajar recordando que no es lo que somos. Lo que realmente somos es esa energía de Amor que nos impulsa a actuar con un propósito, y una intensión de reconocimiento de la plenitud de nuestro ser.
Espero que este escrito de sea útil,
Un abrazo de luz y amor infinitos-
Catalina Diaz
Coach Espiritual